miércoles, 30 de septiembre de 2015
martes, 29 de septiembre de 2015
lunes, 28 de septiembre de 2015
domingo, 27 de septiembre de 2015
sábado, 26 de septiembre de 2015
viernes, 25 de septiembre de 2015
Requisitos y consejos para estudiar en Canadá
¿Te gustaría pasar los próximos años de tu vida estudiando una carrera profesional en Canadá? ¿Quieres formar parte de uno de los mejores sistemas educativos del planeta? En www.quantumglobalcorp.com te contamos todo lo que debes hacer para estudiar e investigar en Canadá.
Una de las ventajas de estudiar en el extranjero es que puedes obtener un título académico reconocido y de prestigio en todo el mundo, y Canadá es uno de los países más competitivos.
Los intercambios al extranjero tienen el potencial de abrir las puertas del mundo a la juventud para contribuir en la construcción de valores más sólidos, tolerancia y una mejor preparación para este mundo globalizado.
No sólo regresarás con mayor madurez y seguridad de ti mismo, sino que regresarás mucho más empático con tu entorno y tu sociedad, y principalmente mucho más preparado para alcanzar tus sueños.
Estudiar en Canadá es una experiencia emocionante y gratificante para muchos estudiantes de todo el mundo, pero antes debes preocuparte por cumplir los diferentes requisitos que se exigen a cualquier aspirante.
PASOS PARA ESTUDIAR EN CANADA:
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BENEFICIOS EN TÉRMINOS LABORALES:
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- Mejorar tu CV.
- Acceso a mejores oportunidades laborales en tu país.
- Oportunidad de contratación en el extranjero.
- Porcentaje de ingreso laboral incrementado hasta un 50%.
jueves, 24 de septiembre de 2015
miércoles, 23 de septiembre de 2015
martes, 22 de septiembre de 2015
lunes, 21 de septiembre de 2015
domingo, 20 de septiembre de 2015
sábado, 19 de septiembre de 2015
viernes, 18 de septiembre de 2015
jueves, 17 de septiembre de 2015
miércoles, 16 de septiembre de 2015
Aniversario de la Independencia de México: ¿Qué significan los colores de la bandera Mexicana?
La bandera de México reconoce la historia del país, la religión y la herencia Azteca. Después de su adopción tras independizarse de España, los varios aspectos de la bandera tricolor han representado a la cultura y la gente de México.
La bandera actual fue oficialmente adoptada en 1968, pero el diseño general ha sido usado desde 1821 cuando la Primera Bandera Nacional fue creada. En un principio sus colores tenían un significado distinto al que tienen actualmente. Los nuevos significados de los colores fueron adoptados por el entonces presidente de México, Benito Juárez.
EL VERDE:
El color verde significa independencia y esperanza. Según los creadores de la bandera, la franja vertical verde de la izquierda representa el movimiento de independencia y separación de España. Más tarde se convirtió en representación de la esperanza.
EL BLANCO:
El blanco representa el catolicismo y la unidad. Los creadores querían reconocer la devoción católica mexicana. La franja vertical blanca del centro representa la pureza de la fe mexicana. Luego su significado cambió para representar unidad.
EL ROJO:
El rojo representa la unidad y la sangre derramada. La franja vertical roja de la derecha de la bandera representaba inicialmente la unidad de la gente española europea y la gente española de Norteamérica. Más tarde pasó a representar la sangre derramada por los revolucionarios de la independencia.
EL SIMBOLO:
El águila con la serpiente en su boca reconoce la herencia azteca de México. Según la leyenda azteca, los dioses aconsejaron a la gente azteca construir su capital en un lugar donde vieran un águila posada sobre un árbol espinoso de pera, comiendo una serpiente. Esta comunidad construyó la capital, Tenochtitlan, donde ahora es la plaza principal de la ciudad de México.
martes, 15 de septiembre de 2015
15 y 16 de Septiembre: Independencia de México
La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana tuvo su antecedente en la invasión de Francia a España en 1808 y se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de Septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de Septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la Ilustración y las revoluciones liberales de la última parte del siglo XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.
La ocupación francesa de la metrópoli en 1808 desencadenó en Nueva España una crisis política que desembocó en el movimiento armado. En ese año, el rey Carlos IV y Fernando VII abdicaron sucesivamente en favor de Napoleón Bonaparte, que dejó la corona de España a su hermano José Bonaparte. Como respuesta, el ayuntamiento de México —con apoyo del virrey José de Iturrigaray— reclamó la soberanía en ausencia del rey legítimo; la reacción condujo a un golpe de Estado contra el virrey y llevó a la cárcel a los cabecillas del movimiento.
A pesar de la derrota de los criollos en la Ciudad de México en 1808, en otras ciudades de Nueva España se reunieron pequeños grupos de conjurados que pretendieron seguir los pasos del ayuntamiento de México. Tal fue el caso de la conjura de Valladolid, descubierta en 1809 y cuyos participantes fueron puestos en prisión. En 1810, los conspiradores de Querétaro estuvieron a punto de correr la misma suerte pero, al verse descubiertos, optaron por tomar las armas el 16 de Septiembre en compañía de los habitantes indígenas y campesinos del pueblo de Dolores (Guanajuato), convocados por el cura Miguel Hidalgo y Costilla.
A partir de 1810, el movimiento independentista pasó por varias etapas, pues los sucesivos líderes fueron puestos en prisión o ejecutados por las fuerzas leales a España. Al principio se reivindicaba la soberanía de Fernando VII sobre España y sus colonias, pero los líderes asumieron después posturas más radicales, incluyendo cuestiones de orden social como la abolición de la esclavitud. José María Morelos y Pavón convocó a las provincias independentistas a conformar el Congreso de Anáhuac, que dotó al movimiento insurgente de un marco legal propio. Tras la derrota de Morelos, el movimiento se redujo a una guerra de querrillas. Hacia 1820, sólo quedaban algunos núcleos rebeldes, sobre todo en la Sierra Madre del Sur y en Veracruz.
La rehabilitación de la Constitución de Cádiz en 1820 alentó el cambio de postura de las élites novohispanas, que hasta ahí habían respaldado el dominio español. Al ver afectados sus intereses, los criollos monarquistas decidieron apoyar la independencia de Nueva España, para lo cual buscaron aliarse con la resistencia insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo militar de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente Guerrero. Ambos proclamaron el Plan de Iguala, que convocó a la unión de todas las facciones insurgentes y contó con el apoyo de la aristocracia y el clero de Nueva España. Finalmente, la independencia de México se consumó el 27 de Septiembre de 1821.
Tras esto, Nueva España se convirtió en el Imperio Mexicano, una efímera monarquía católica que dio paso a una República Federal en 1823, entre conflictos internos y la separación de América Central.
Después de algunos intentos de reconquista, incluyendo la expedición de Isidro Barradas en 1829, España reconoció la independencia de México en 1836, tras el fallecimiento del monarca Fernando VII.
lunes, 14 de septiembre de 2015
domingo, 13 de septiembre de 2015
Cómo entender tu importancia en la vida
Muchas veces la gente siente como si nadie los necesitara alrededor del mundo, y que si ellos desapareciesen, nadie lo notaría. Si piensas de esta forma, no lo hagas, porque ya sea que lo sepas o no, alguien te ama y tienes una maravillosa vida por delante para desarrollarte y servir a los demás.
Pasos a seguir:
1. Piensa en el efecto de tus acciones en otras personas. Muchas personas han hecho obras altruistas, y ni siquiera se han enterado. Sin embargo, aunque ellos no lo saben, el receptor de sus bondadosas acciones probablemente estén muy agradecidos. Por ejemplo si le ofreciste a alguien tu bagel sin terminar en un restaurante, y no le prestaste atención a eso. Esa persona podía estar teniendo dificultades económicas, y no ser capaz de pagarse la comida el día que iba a una entrevista de trabajo. Tu bondad seguro que los puso de buen humor y les permitió conseguir el trabajo. Pero si no estuvieras vivo, podría ser que hubiese fallado en su objetivo de conseguir el trabajo y seguir pasando tiempos difíciles todavía ahora. Seguro que realizas muchas acciones buenas sin siquiera saberlo, y tus acciones afectan en gran medida a otros.
2. Acepta el impacto que has tenido en el mundo. En tu mente, puede que te sientas solo otra cara en la multitud. Otro par de manos, otro ser humano imperfecto. Pero esto es erróneo. Tu actitud define todo acerca de ti, y todas las actitudes son contagiosas. Considera cambiar esas actitudes, si las que tienes no son lo que deberían ser.
Tener una buena actitud. Si simplemente sonríes a cada uno que ves, ellos tendrán mucho más probabilidad de tener un buen día, y seguro que tú también. El simple acto de sonreír te hace feliz, y tu ánimo se contagia a otros.
No transmitas tus malas actitudes. Cuando estás teniendo un mal día, y no parece que puedas hacer algo para animarte un poco, no dejes que los otros sepan. Has tu mejor esfuerzo para mostrarle a otros una sonrisa a lo largo del día. Esta los hará más felices, y después de sonreír a tanta gente, probablemente serás feliz también. Si frunces el ceño a todos, seguro que tu animo se les contagiará, y tendrán un mal día también.
3. Conoce de lo que eres capaz. Entiende que si realmente tratas, puedes lograr cualquier cosa que quieras hacer. Si realmente crees en algo lo suficiente, y haces continuamente un esfuerzo para defender tus creencias, harás una diferencia en el mundo. Y mucha gente de la que no has oído han hecho diferencias que afectan tu vida hasta el día de hoy. Por ejemplo Rosalind Franklin. Si no fueras por esta mujer desconocida, no sabrías como es el ADN. Si ella hubiese decidido que ella no significaba algo para el mundo, y que no podía hacer la diferencia, probablemente nosotros seguiríamos sin saber esto tan importante.
4. Haz un esfuerzo para ayudar a otros. Trata de ayudar gente por al menos una semana, hazlo con todo el esfuerzo que puedas dar. (Aún cuando puede que es algo que estés haciendo todo el tiempo). Esto significa ayudar a personas mayores a cruzar la calle, ayudarle a la gente a llevar la compra a sus coches, recoger cosas que se les ha caído. Cuando ya haya pasado esa semana, piensa lo que podría haber pasado si no hubieras estado vivo. Esa mujer puede estar en el doctor con artritis porque nadie la ayudó a cruzar la calle, y se cayó. Ese hombre al que se le podrían haber caído los víveres, si nadie le hubiese ayudado a llevarlos, y no era capaz de comprar más alimentos para su familia esa semana. Ese niño que podría haber dejado caer la tarjeta de crédito de su madre, y debido a que nadie la recogió, la perdieron. Debes estar consciente de lo que tus acciones han hecho a esta gente.
5. Eres diferente de todos los demás. Seguro, puedes ser "solo" un humano. Pero no dejes que eso sea una excusa. Eres único, y eso es lo que hace tu propio yo. Piensa en tí mismo como una pieza de rompecabezas.; algo necesario para completar el rompecabezas, pero nadie puede ocupar tu lugar. Si no estuvieses bendiciendo esta Tierra con tus maravillosas habilidades, esa pieza del rompecabezas mundial se perdería para el resto de la eternidad, porque solamente tú puedes llenar ese espacio.
Consejos:
- Considera buscar una religión en la que creer. Esto te ayudará a entender tu propósito en la vida.
- Haz siempre un esfuerzo para ayudar a aquellos que lo necesiten.
- Entiende primero quien eres tú antes de tratar de entender tu importancia en la vida.
- Gana perspectiva. Trabaja de voluntario, aunque sea por una hora o dos, en un comedor, una clínica gratuita, un refugio para personas sin hogar, etc. Estas experiencias en la vida son realmente todo ganancias. No solamente ayudas a otras personas, sino que también lo más probable tendrás un mayor aprecio por tus propias circunstancias y oportunidades.
- Respeta y explora religiones. Los humanos quienes creen en una fuerza superior, ya sea a través del Cristianismo, Budismo, Judaísmo, Islam, o simplemente espiritualidad, comparten un sentido de su propio lugar e importancia en este mundo y un sentido de paz interior y fortalze, sin importar como estén relacionados a su Dios.
- Todos estamos en la Tierra por alguna razón. Tú estás aquí, ¿o no?
sábado, 12 de septiembre de 2015
Cómo pensar en grande: 5 pasos
¿Alguna vez has necesitado una buena idea? ¿Una idea sorprendente y original? Entonces, lee este artículo. Desarrollar una gran idea es algo muy importante y puede ser divertido. Además, puede abarcar un montón de áreas como el diseño, la informática, los juegos, la naturaleza, etc. Así que no olvides pasarlo bien durante el proceso.
Pasos a seguir:
1. Imagina. Tener grandes ideas comienza con un poco de imaginación. Puede que lo que se te ocurra te parezca un poco tonto. Pero si quieres hacerlo, entonces hazlo. Después de todo, ¡lo has imaginado tú! Sigue pensando en grandes ideas, y con suerte alguna de ellas te encantará. Existen muchas formas de imaginar.
Échale un vistazo a tu casa. Es fácil que encuentres ideas en tus propias cosas.
Echa un vistazo al exterior. El mejor lugar es la naturaleza. Llena de potencial y nuevas ideas.
Mira en internet. ¡Pero no copies ideas de ahí! Trata de encontrar la tuya propia.
2. Enfoca. Debes enfocarte en una idea a la vez. Nada más, a no ser que sea muy importante (como los amigos, la familia, tus mascotas, la escuela…). Asegúrate cuando pongas en práctica tu nueva gran idea de que la realizas parte por parte, de lo contrario te estresarás o te cansarás.
Tómate un descanso de cuando en cuando.
No te precipites o no podrás enfocar.
Los lugares tranquilos son mucho mejores que los ruidosos para desarrollar tu idea.
3. Ayuda. No te importe pedir a tus amigos un poco de ayuda. Puedes pedírsela a tu familia, compañeros de trabajo, compañeros de clase, e incluso a tu mascota. Una mascota también puede ser de gran ayuda. Asegúrate de que todos los que te ayudan están inspirados para trabajar, ellos también necesitan motivación. No les obligues a ayudarte si no quieren hacerlo. Si se equivocan, no les guardes rencor. Todo el mundo se equivoca alguna vez, así que se comprensivo con ellos. No les fuerces a trabajar demasiado. Y también recompénsales de alguna manera por ese trabajo.
Dales un descanso si han pasado algunas horas, un aperitivo, limonada, tiempo de descanso o alguna otra cosa que se te ocurra.
Muéstrate contento. Demuestra que aprecias su esfuerzo.
Si se vuelven autoritarios, y eso no te gusta, cálmalos de forma amable para no ofenderlos.
4. Da siempre las gracias. Siempre es bueno ser agradecido con la gente por inspirarte, o por motivarte, ¡o por haberte ayudado a concebir una gran idea!
El final:
Como puedes ver, puedes conseguir algo diferente a partir de una pequeña idea. Cualquier idea puede convertirse en algo grande. Incluso si no tiene éxito a la primera.
viernes, 11 de septiembre de 2015
Cómo ser humilde (tercera parte)
“Es difícil ser humilde”, dice una vieja canción, “cuando eres perfecto en todo”. Por supuesto, muy pocas personas creen que son perfectas en todo, pero aun así puede ser difícil ser humilde, especialmente cuando vives en una sociedad que fomenta la competencia y la individualidad. A pesar de esto, en esta cultura, la humildad es una virtud importante también. Aprender a ser humilde es de primordial importancia en la mayoría de las religiones y tradiciones espirituales, y la humildad también puede ayudarte a tu desarrollo personal y a disfrutar mejores relaciones con los demás.
Redescubre tu capacidad de maravillarte
1. Renueva tu capacidad de maravillarte. Como individuos, no conocemos prácticamente nada en relación al conocimiento general. Esta falta de conocimiento debería mantenernos en un estado de sorpresa constante al enfrentarnos a nuestra vida cotidiana. Los niños cuentan con esta capacidad de maravillarse, la cual inspira la curiosidad que los hace tan buenos observadores y aprendices. ¿Sabes realmente cómo funciona tu horno microondas?¿Podrías construir uno tú mismo? ¿Y tu auto? ¿tu cerebro? ¿una rosa?
La actitud desentendida de “ya lo he visto todo” nos hace sentir mucho más importantes de lo que realmente somos. Sorpréndete como un niño y no sólo ganarás humildad, sino capacidad de aprendizaje.
2. Ejercita la mansedumbre. Ser manso de espíritu es el camino seguro hacia la humildad. Practica aikido en la medida de lo posible al enfrentarte a un conflicto. Por ejemplo, puedes absorber el veneno de quienes te ataquen y reaccionar con mansedumbre y respeto. Practicar la mansedumbre te ayudará a redescubrir tu capacidad de sorprenderte, pues estarás centrándote en los aspectos positivos de la vida.
3. Pasa más tiempo en la naturaleza. Camina en el parque, párate cerca de una cascada de agua, contempla el mundo desde la cima de una montaña, haz una caminata larga, nada en el océano. Busca tu propia manera de estar en la naturaleza y tómate el tiempo para valorar verdaderamente todo lo que ello supone. Cierra tus ojos y siente la briza en tu rostro. La naturaleza te volverá completamente humilde, a medida que desarrolles tu capacidad de maravillarte y crezca tu respeto por todo aquello que existe desde mucho antes de que tú llegues a este mundo y que estará mucho después de que no estés.
Pasar más tiempo en la naturaleza te hará ver cuán grande y complejo es nuestro mundo; y que no eres el centro de él.
4. Haz yoga. El yoga es la práctica del amor y la gratitud, además te ayudará a desarrollar tu capacidad de sorprenderte de tu respiración, de tu cuerpo, del amor y la amabilidad en tu entorno. El yoga te hará ver lo breve que es tu paso por la Tierra y te hará valorarlo mucho más. Créate el hábito de practicar yoga por lo menos dos veces a la semana y goza de todos los beneficios emocionales, así como de los físicos.
El yoga consiste en ser humilde. No existe tal cosa como alardear de tu nueva posición. Se trata simplemente de ir a tu propio ritmo.
5. Pasa más tiempo con niños. Los niños poseen esa capacidad de maravillarse del mundo, la cual, para un adulto, es difícil volver a sentir. Pasa más tiempo con niños y observa su capacidad de valorar el mundo, de siempre hacer preguntas, de disfrutar y gozarse de las cosas más triviales y pequeñas. Para un niño, una flor o un rollo de papel higiénico podría ser lo más sorprendente de la Tierra; claro que la emoción sólo durará una tarde.
Pasar más tiempo con los niños te recordará lo mágico que es nuestro planeta.
Consejos
- Aprende a reconocer cuando cometas un error y no permitas que tu orgullo te haga sentir que todas tus acciones están justificadas.
- Nunca alardees de lo que tienes: da para recibir.
- Sé amoroso y de buenos sentimientos todo el tiempo, nunca se sabe cuándo puedan llegar a necesitarte.
- Ten en cuenta que la humildad proporciona muchos beneficios. Puede ayudarte a estar más a gusto con tu vida y también a enfrentar épocas adversas, así como mejorar tu relación con los demás. También es crucial para ser un buen alumno. Si piensas que lo sabes todo, no estarás con la disposición mental de buscar nuevo conocimiento. La humildad, contrariamente a lo que supondríamos, es una herramienta excelente para lograr una evolución y desarrollo personal en general. Después de todo, si te sientes superior, no tendrás ningún estímulo para mejorar. Es más, la humildad te permite ser honesto contigo mismo.
- Vivir una vida desinteresada es más gratificante que vivir una vida egoísta.
- Está bien hablar sobre ti un poco, pero ponte también el objetivo de preguntar y conocer a los demás. Puedes proponerte escuchar más y hablar menos al conversar con otros.
- Sé gentil y considerado. Ayuda a los demás y hazles saber que pueden contar contigo.
- Valora tus talentos. Ser humilde no significa que no puedas sentirte bien contigo mismo.
- La autoestima no es lo mismo que el orgullo. Ambos provienen del reconocimiento de tus propios talentos y habilidades, pero el orgullo, el tipo de orgullo que raya en la arrogancia, está alimentado por tus inseguridades. Contempla tus habilidades y sé agradecido por ellas.
- Si identificas que la falta de humildad es un problema en tu vida, busca asesoría calificada y compañeros leales,. El orgullo puede llevar a fracasos y prevenir es mejor que lamentar.
- Asóciate con otros y ayuda a los más necesitados.
Advertencias
- No debes confundir el ser humilde con ser servil (adular en extremo a otra persona buscando algún beneficio a cambio). Esta es una confusión muy común, las dos actitudes son completamente diferentes.
- Actuar humildemente no es lo mismo que ser humilde y usualmente las personas que pretenden ser humildes, lo hacen buscando aprobación. Los demás identificarán esto y aunque puedas engañar a unos pocos, no lograrás los beneficios de interiorizar una actitud de humildad.
- Así como es bueno contar con algo de humildad, no debes llevarla al extremo de convertirte en una persona débil frente a los demás. Maneja todo con moderación.
Cómo ser humilde (segunda parte)
“Es difícil ser humilde”, dice una vieja canción, “cuando eres perfecto en todo”. Por supuesto, muy pocas personas creen que son perfectas en todo, pero aun así puede ser difícil ser humilde, especialmente cuando vives en una sociedad que fomenta la competencia y la individualidad. A pesar de esto, en esta cultura, la humildad es una virtud importante también. Aprender a ser humilde es de primordial importancia en la mayoría de las religiones y tradiciones espirituales, y la humildad también puede ayudarte a tu desarrollo personal y a disfrutar mejores relaciones con los demás.
Valora a los demás
1. Valora los talentos y las cualidades de los demás. Ponte la tarea de observar a los demás y aprecia qué pueden hacer y, a un nivel más general, aprende a valorarlos por su forma de ser. Acepta que cada uno es diferente y aprovecha cada oportunidad que tengas de conocer personas diferentes. Seguirás teniendo los mismos gustos personales, pero puedes entrenarte para separar tus opiniones de tus miedos. Así apreciarás a los demás más y serás más humilde.
Ser capaz de valorar los talentos y las cualidades de los demás podrá asimismo lograr que reconozcas las cualidades que quieres mejorar o alcanzar para tu persona.
2. Deja de comparar. Es prácticamente imposible ser humilde si se está buscando ser el “mejor” o más hábil que otros, más bien puedes intentar describir las cosas de manera objetiva. En lugar de decir que alguien es el mejor guitarrista de la historia, expresa directamente lo que valoras de sus habilidades o puedes simplemente decir que te gusta su estilo interpretativo. Deja de hacer comparaciones inútiles o simplistas y entonces podrás disfrutar el hacer las cosas, sin la presión de ser mejor o peor que otros.
Toda persona es única y es difícil determinar verdaderamente quién es “el mejor” en alguna actividad.
3. No temas ceder ante el juicio de otros. Es fácil admitir que cometes errores y que no eres infalible. Lo realmente complicado es aceptar que, en muchos casos, las demás personas, incluso quienes están en tu contra, puedan tener razón. Ceder ante las exigencias de tu pareja, una ley que no apruebes o incluso, dado el caso, la opinión de tu hijo, llevará el reconocimiento de tus limitaciones a un nivel superior.
En lugar de simplemente “decir”' que admites cometer errores, actúa basado en dicha afirmación.
Obviamente, si sabes que una elección específica es equivocada, no optes por ella. Al analizarlo cuidadosamente, descubrirás que no es usual tener una certeza completa al respecto, como suponías.
4. Busca una guía en textos escritos. Esta es otra manera de valorar a los demás. Consulta textos morales y proverbios sobre la humildad. Reza por ella, medita sobre ella, lo necesario para dejar de centrar tu atención en ti mismo. Podrías leer, por ejemplo, biografías, memorias motivadoras, la Biblia, escritos de no ficción, cuyo tema sea cómo mejorar la vida o cualquier texto que te haga más humilde y te haga valorar las ideas de los demás.
Si no estás muy inclinado a la espiritualidad, puedes valerte del método científico. El conocimiento científico requiere de humildad. Es necesario que te deshagas de conceptos y juicios preconcebidos, así como reconocer que no sabes todo lo que quisieras.
5. Mantente dispuesto a aprender. Encuentra alguna persona que quieras imitar en alguna área y pídele que sea tu mentor. Para ser aprendiz, es necesario desarrollar la capacidad de manejar nuestros límites de comportamiento frente a una autoridad; también la confianza y el discernimiento son necesarios. Tan pronto sientas que lo sabes todo, vuelve a poner los pies sobre la tierra. Estar dispuesto a aprender implica que reconoces que siempre tendrás que aprender más de la vida.
Por ejemplo, podrías ser más humilde al inscribirte en un curso de algo que no conozcas en lo absoluto, tal como alfarería o redacción de guiones, y al saber que permitirás que otros te enseñen.
6. Ayuda a los demás. Gran parte de la humildad proviene del respeto a los demás y éste se puede manifestar al ayudarles. Trata a los otros como tus iguales y ayúdales, porque es lo correcto. Se dice que cuando ayudes a quien no pueda retribuir tu ayuda, habrás aprendido lo que es la humildad. Ayudar a los necesitados también hará que valores tus pertenencias mucho más y te hará menos orgulloso.
Queda demás decirlo: no alardees de todo tu trabajo de voluntariado.
7. Ponte al último. Si estás haciendo cola con tus amigos, recogiendo premios en una galería o están sirviéndose comida de una mesa con muchas bandejas, sé el último en hacerlo. Deja que tus amigos, tus seres queridos, los ancianos y los desconocidos, absolutamente todos, vayan delante de ti en la cola y no corras a satisfacer tus propias necesidades de inmediato. Es más gratificante dejar que los demás tomen lo que deseen y esperar tranquilamente tu turno.
Hazte la siguiente pregunta: “¿Necesito realmente ir primero?”. La respuesta siempre será negativa.
8. Halaga a los demás. Hazle un cumplido sin motivo alguno a alguien que quieras mucho o que apenas conozcas. Dile a tu novia lo linda que se ve hoy; halaga a tu colega por su nuevo peinado o dile a la cajera del supermercado que te gustan sus aros. Incluso, puedes profundizar un poco más y halagar los aspectos importantes de la personalidad de la gente. Por lo menos, haz un cumplido al día y verás las muchas cualidades que tienen los demás.
Céntrate en los atributos positivos de los demás en lugar de buscar siempre sus defectos.
9. Pide disculpas. Si has cometido un error, entonces reconócelo y admite que estás equivocado. Aunque hacerlo siempre es doloroso, tendrás que ignorar tu orgullo y pedir disculpas por el daño que cometiste. Esto le hará entender al otro que lo tienes en gran estima y que reconoces que has cometido una falta. Trágate el orgullo y pide disculpas por tus acciones para demostrarle a esa persona que verdaderamente estás arrepentido.
Cuando pidas disculpas, haz contacto visual para indicar que estás preocupado.
No cometas el mismo error varias veces. Pedir disculpas por algo no te da el derecho a hacerlo de nuevo.
10. Escucha más de lo que hablas. Esta es otra gran manera de valorar a los demás y de ser más humilde. La próxima vez que estés en una conversación, deja que el otro sea el que hable, no lo interrumpas y hazle preguntas para mantenerlo conversando y compartiendo. Aunque debes aportar a la conversación, fórmate la costumbre de dejar que los demás hablen más que tú para que no parezcas que sólo te interesan las cosas que pasan en tu vida.
No te quedes solamente asintiendo con la cabeza ni digas “ajá”; demuestra que estás escuchando a la otra persona verdaderamente.
Haz preguntas para demostrar que estás escuchando lo que el otro dice. No te quedes esperando a que termine de hablar para recién tú aportar a la conversación.
Cómo ser humilde (primera parte)
“Es difícil ser humilde”, dice una vieja canción, “cuando eres perfecto en todo”. Por supuesto, muy pocas personas creen que son perfectas en todo, pero aun así puede ser difícil ser humilde, especialmente cuando vives en una sociedad que fomenta la competencia y la individualidad. A pesar de esto, en esta cultura, la humildad es una virtud importante también. Aprender a ser humilde es de primordial importancia en la mayoría de las religiones y tradiciones espirituales, y la humildad también puede ayudarte a tu desarrollo personal y a disfrutar mejores relaciones con los demás.
Reconoce tus limitaciones
1. Reconoce que no eres el mejor en todo, ni siquiera en una cosa. No importa cuán talentoso seas, siempre habrá alguien que pueda hacer algo mejor que tú. Identifica a quienes sean mejores que tú y las áreas en las que puedas mejorar.
Así seas el mejor del mundo haciendo algo, siempre habrá otras cosas que no puedas hacer y tal vez nunca lo logres.
Reconocer tus limitaciones no significa abandonar tus sueños, ni tampoco dejar de aprender nuevas cosas o de perfeccionar tus habilidades.
2. Reconoce tus faltas. Juzgamos a los demás porque es mucho más fácil que mirarnos a nosotros mismos. Desafortunadamente, es algo completamente innecesario y en muchos casos contraproducente. Juzgar a los demás causa conflictos en las relaciones y dificulta el desarrollo de nuevas relaciones. Incluso aún peor, hace que dejemos de intentar mejorar nosotros mismos.
Juzgamos a los demás todo el tiempo, generalmente sin darnos cuenta. Como ejercicio práctico, puedes jugar a descubrir los momentos en que juzgues a otra persona o grupo sin proponértelo. Entonces júzgate a ti mismo y reflexiona sobre cómo puedes mejorar.
Esfuérzate para hacer frente a tus defectos. Recuerda que el crecimiento y el perfeccionamiento es un proceso que dura toda la vida.
3. Sé agradecido por lo que tienes. Supongamos que te graduaste de una universidad prestigiosa con el primer puesto de tu clase. Realmente mereces reconocimiento por las horas de estudio y empeño que hayas puesto en tu desarrollo académico. Imagina ahora a una persona tan inteligente y dedicada como tú, pero con una familia que no la apoya, que haya nacido en un lugar diferente o simplemente que haya tomado una mala decisión en el pasado. Podrías estar en sus zapatos en este momento.
Debes tener en cuenta que con una mala decisión en el pasado, tu vida actual sería completamente diferente y asimismo, las buenas decisiones que tomes hoy, podrían cambiar tu vida positivamente.
A pesar de que sin duda alguna hayas trabajado duro para tener lo que tienes, no asumas que te lo has “ganado” ni que tienes el derecho de alardear de tus logros.
4. No temas cometer errores. Gran parte de ser humilde consiste en aceptar que cometerás errores. Asimila esto, así como el hecho de que todos cometemos errores y te quitarás un gran peso de encima. Cada persona puede conocer sólo una pequeña parte del inmenso conocimiento acumulado en el pasado.
Además, cada persona tiene acceso a sólo una pequeña fracción del presente y sabe muy poco o nada de su futuro
5. Reconoce tus errores. No tener temor de cometer errores ya es un gran avance; aunque, aún mejor es reconocer los errores cometidos. Ya sea si has hecho algo equivocado en tu papel de jefe, padre o madre de familia o amigo, las demás personas valorarán tu disposición de reconocer que no eres perfecto y que te estás esforzando para ser mejor persona y mejorar la situación. Reconocer tus faltas demuestra que no eres obstinado, egoísta ni que estás indispuesto a ser imperfecto.
Reconocer tus errores hará que los demás te tengan mayor respeto, ya sean tus hijos o tus colegas del trabajo.
6. No alardees. No alardees de lo magnífico que son tus logros; si de verdad eres tan magnífico como dices ser, entonces los demás reconocerán tu esfuerzo y te felicitarán por ello. No hables de tu ascenso increíble, la pintura asombrosa que acabas de terminar ni de cuán sorprendente es haber terminado una maratón. Es cierto, todo aquello es fenomenal, pero alardear de ello sólo hará que te veas como alguien egocentrista e impresionará mucho menos a los demás en lugar de darles tiempo para que descubran lo maravilloso que eres.
Esto no implica que debas mentir acerca de tus logros; si alguien te pregunta si corriste una maratón, responde afirmativamente, pero no empieces a hablar sin parar diciendo que se te hace fácil ser campeón.
7. No te lleves todo el crédito. Es cierto, asaste un filete suculento o terminaste un proyecto complicado en el trabajo, pero ¿realmente lo lograste todo tú solo? De ser así, felicidades, pero lo más probable es que alguien más haya contribuido a tu éxito. Así que, cuando alguien te felicite, responde: “No podría haberlo logrado sin…” o “…ayudó muchísimo, también”. No hables sin parar acerca de lo mucho que “tú” trabajaste solo para terminar determinada tarea.
Comparte el amor. No existe nada menos humilde que una persona que se lleva todo el crédito por haber hecho algo que en realidad no hizo.
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