“Es difícil ser humilde”, dice una vieja canción, “cuando eres perfecto en todo”. Por supuesto, muy pocas personas creen que son perfectas en todo, pero aun así puede ser difícil ser humilde, especialmente cuando vives en una sociedad que fomenta la competencia y la individualidad. A pesar de esto, en esta cultura, la humildad es una virtud importante también. Aprender a ser humilde es de primordial importancia en la mayoría de las religiones y tradiciones espirituales, y la humildad también puede ayudarte a tu desarrollo personal y a disfrutar mejores relaciones con los demás.
Redescubre tu capacidad de maravillarte
1. Renueva tu capacidad de maravillarte. Como individuos, no conocemos prácticamente nada en relación al conocimiento general. Esta falta de conocimiento debería mantenernos en un estado de sorpresa constante al enfrentarnos a nuestra vida cotidiana. Los niños cuentan con esta capacidad de maravillarse, la cual inspira la curiosidad que los hace tan buenos observadores y aprendices. ¿Sabes realmente cómo funciona tu horno microondas?¿Podrías construir uno tú mismo? ¿Y tu auto? ¿tu cerebro? ¿una rosa?
La actitud desentendida de “ya lo he visto todo” nos hace sentir mucho más importantes de lo que realmente somos. Sorpréndete como un niño y no sólo ganarás humildad, sino capacidad de aprendizaje.
2. Ejercita la mansedumbre. Ser manso de espíritu es el camino seguro hacia la humildad. Practica aikido en la medida de lo posible al enfrentarte a un conflicto. Por ejemplo, puedes absorber el veneno de quienes te ataquen y reaccionar con mansedumbre y respeto. Practicar la mansedumbre te ayudará a redescubrir tu capacidad de sorprenderte, pues estarás centrándote en los aspectos positivos de la vida.
3. Pasa más tiempo en la naturaleza. Camina en el parque, párate cerca de una cascada de agua, contempla el mundo desde la cima de una montaña, haz una caminata larga, nada en el océano. Busca tu propia manera de estar en la naturaleza y tómate el tiempo para valorar verdaderamente todo lo que ello supone. Cierra tus ojos y siente la briza en tu rostro. La naturaleza te volverá completamente humilde, a medida que desarrolles tu capacidad de maravillarte y crezca tu respeto por todo aquello que existe desde mucho antes de que tú llegues a este mundo y que estará mucho después de que no estés.
Pasar más tiempo en la naturaleza te hará ver cuán grande y complejo es nuestro mundo; y que no eres el centro de él.
4. Haz yoga. El yoga es la práctica del amor y la gratitud, además te ayudará a desarrollar tu capacidad de sorprenderte de tu respiración, de tu cuerpo, del amor y la amabilidad en tu entorno. El yoga te hará ver lo breve que es tu paso por la Tierra y te hará valorarlo mucho más. Créate el hábito de practicar yoga por lo menos dos veces a la semana y goza de todos los beneficios emocionales, así como de los físicos.
El yoga consiste en ser humilde. No existe tal cosa como alardear de tu nueva posición. Se trata simplemente de ir a tu propio ritmo.
5. Pasa más tiempo con niños. Los niños poseen esa capacidad de maravillarse del mundo, la cual, para un adulto, es difícil volver a sentir. Pasa más tiempo con niños y observa su capacidad de valorar el mundo, de siempre hacer preguntas, de disfrutar y gozarse de las cosas más triviales y pequeñas. Para un niño, una flor o un rollo de papel higiénico podría ser lo más sorprendente de la Tierra; claro que la emoción sólo durará una tarde.
Pasar más tiempo con los niños te recordará lo mágico que es nuestro planeta.
Consejos
- Aprende a reconocer cuando cometas un error y no permitas que tu orgullo te haga sentir que todas tus acciones están justificadas.
- Nunca alardees de lo que tienes: da para recibir.
- Sé amoroso y de buenos sentimientos todo el tiempo, nunca se sabe cuándo puedan llegar a necesitarte.
- Ten en cuenta que la humildad proporciona muchos beneficios. Puede ayudarte a estar más a gusto con tu vida y también a enfrentar épocas adversas, así como mejorar tu relación con los demás. También es crucial para ser un buen alumno. Si piensas que lo sabes todo, no estarás con la disposición mental de buscar nuevo conocimiento. La humildad, contrariamente a lo que supondríamos, es una herramienta excelente para lograr una evolución y desarrollo personal en general. Después de todo, si te sientes superior, no tendrás ningún estímulo para mejorar. Es más, la humildad te permite ser honesto contigo mismo.
- Vivir una vida desinteresada es más gratificante que vivir una vida egoísta.
- Está bien hablar sobre ti un poco, pero ponte también el objetivo de preguntar y conocer a los demás. Puedes proponerte escuchar más y hablar menos al conversar con otros.
- Sé gentil y considerado. Ayuda a los demás y hazles saber que pueden contar contigo.
- Valora tus talentos. Ser humilde no significa que no puedas sentirte bien contigo mismo.
- La autoestima no es lo mismo que el orgullo. Ambos provienen del reconocimiento de tus propios talentos y habilidades, pero el orgullo, el tipo de orgullo que raya en la arrogancia, está alimentado por tus inseguridades. Contempla tus habilidades y sé agradecido por ellas.
- Si identificas que la falta de humildad es un problema en tu vida, busca asesoría calificada y compañeros leales,. El orgullo puede llevar a fracasos y prevenir es mejor que lamentar.
- Asóciate con otros y ayuda a los más necesitados.
Advertencias
- No debes confundir el ser humilde con ser servil (adular en extremo a otra persona buscando algún beneficio a cambio). Esta es una confusión muy común, las dos actitudes son completamente diferentes.
- Actuar humildemente no es lo mismo que ser humilde y usualmente las personas que pretenden ser humildes, lo hacen buscando aprobación. Los demás identificarán esto y aunque puedas engañar a unos pocos, no lograrás los beneficios de interiorizar una actitud de humildad.
- Así como es bueno contar con algo de humildad, no debes llevarla al extremo de convertirte en una persona débil frente a los demás. Maneja todo con moderación.
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