Mucha gente quiere tener éxito en la vida, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Hay tantas distracciones, que puede ser un reto disciplinarse a uno mismo y lograr un objetivo que valga la pena. Si mantienes en mente los siguientes consejos, puedes aumentar exponencialmente tus probabilidades de tener éxito en cualquier cosa que elijas seguir.
EJECUCION:
1. Ejecuta tus pequeños objetivos, enfocándote en tu objetivo principal. No busques excusas para postergarlos. Lánzate directo al desafío y empieza a trabajar. Nunca sabes qué problemas se presentarán por sí mismos antes de que saltes al cuadrilátero.
Divide tu meta en pequeños pasos. ¿Comenzar una compañía de tecnología parece una meta imposible? Divide el objetivo en pequeñas metas. Concéntrate en racionalizar tu idea; luego enfócate en conseguir fondos; después trabaja en un prototipo, etc. Si puedes afrontar tu meta pieza por pieza, es más fácil y menos aterrador de ejecutar.
2. Mantente alejado de las distracciones tanto como puedas. Las distracciones pueden ser la sal y la pimienta de la vida, o la fruta prohibida, depende de tu punto de vista. Pero seamos francos: es imposible concentrarse 100% en tu tarea el 100% del tiempo. Entretenerse es bueno en pequeñas dosis. Pero cuando tus objetivos se quedan estancados por culpa de las diversiones, es momento de dejarlas atrás.
3. Rodéate de personas exitosas. Verte rodeado de personas que se conducen bien por la vida te dará motivación y ánimo. Podrás sacar ideas de esas personas, y ellas podrían incluso conectarte con otras personas importantes. Rodearte de personas motivadas y triunfadoras es una forma de crear una cultura del éxito.
Estudia a personas triunfadoras. Mira a tu alrededor: ¿quién ha logrado el éxito que ambicionas? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo afrontan la vida? Pídeles consejo. Ajusta tus enfoques a los suyos, si es posible. El conocimiento es tan libre como poderoso.
4. Confía en que los demás harán su trabajo. Es difícil ser exitoso si no confías en quienes te rodean. Si estás controlando hasta la más mínima cosa, los demás comenzarán a quejarse de que no les das ni una oportunidad. Ser un triunfador depende en parte de ser capaz de formar un buen equipo a tu alrededor. Si no puedes confiar en que los demás harán bien su trabajo, probablemente no triunfarás.
Confía en la gente, porque esto puede ser un factor motivacional increíble. Si confías en alguien, este querrá hacerlo bien porque no querrá defraudarte. Esto es una motivación muy poderosa.
Confía en las personas porque necesitas hacerlo. Como escribió John Donne: "Ningún hombre es una isla." Lo que quiso decir es que nadie trabaja solo, completamente independiente, aunque crea que así es. Dependemos de otros, nos guste o no. Poner nuestra confianza en otros es una necesidad, no una opción.
5. Encuentra un mentor. Un mentor es alguien, por lo general con más experiencia que tú, que conoce el negocio, ofrece consejo, y te ayuda en tu actividad. Detrás de mucha gente exitosa hay mentores. Los mentores obtienen satisfacción al saber que sus consejos y guía han producido buenos resultados.
Un mentor te ayudará a:
* Hacer contactos. Necesitas tener contactos con personas que a su vez tienen contactos. Contrario a lo que algunos piensan, los contactos son beneficiosos en ambas direcciones. Tú ofreces experiencia, opinión, u oportunidades a alguien que te dará algo a cambio.
* Diagnosticar. Diagnosticar consiste en aprender a aplicar tus ideas más eficazmente. Tu mentor puede ayudarte a darte cuenta de qué tienes que cambiar para que tus ideas funcionen mejor.
* Tener una estrategia. Un mentor probablemente tendrá mejor visión estratégica que tú, ya que llevará más tiempo en el juego, con más éxitos y decepciones acumulados. Puedes aprovechar su legado de experiencia para tener una buena estrategia de futuro.
6. Reúne toda la información que puedas. Escucha. Estudia. Comprende. Aprende. Repite. Los humanos somos criaturas asombrosas porque podemos mirar al mundo, hacer conexiones intelectuales, y usar estas conexiones para mejorar nuestra vida (o empeorarla potencialmente). Esto es lo que nos permite hacer la información. Nunca desconectes tu “modo de aprendizaje”. ¡No sabes cuándo se encenderá la bombilla!
7. Observa lo que te dicen los números. ¿Nunca has tenido una idea sobre algo, pero has tenido miedo de que las matemáticas no lo respalden? Este miedo es normal. Pero es buena idea dejar que los números te guíen. Es mejor estar equivocado y adaptarse que empeñarse en que lo que estás haciendo está bien sin que salgan las cuentas.
Por ejemplo, en 2011, el CEO de Netflix, Reed Hastings, intentó convertir el rentable negocio de alquiler de DVD en un negocio de streaming exclusivamente, que se llamó Qwikster provisionalmente. Hordas de devotos de Netflix finalizaron su subscripción. El valor de mercado de Netflix cayó cerca del 80% en un momento dado.
En lugar de seguir ciegamente su visión de mercado, Hastings lo reconsideró. Pidió perdón por sus acciones, redobló sus esfuerzos para enfocarse en los contenidos, y archivó Qwikster temporalmente. Hastings dejó que los números — y la gente — le dijeran qué hacer.
8. Toma riesgos calculados. Sal de tu zona de confort. Las personas exitosas piensan en grande y actúan a lo grande. No esperes a que las oportunidades te caigan en el regazo. Olfatéalas. Quienes tienen éxito hacen grandes inversiones (en sus carreras, sus negocios, su educación), y las inversiones conllevan riesgos. Estudia los riesgos, asegúrate de que las probabilidades están a tu favor y da el salto. Se audaz. Aquí tienes tres riesgos calculados a considerar:
* Asociarte con un competidor. Si eres un corredor de larga distancia o ya has desarrollado soluciones efectivas para gigantes de la tecnología, asociarte con la competencia puede ayudarte a aunar recursos, motivarte más fuertemente, y construir nuevas relaciones.
* Lidera, no seas un seguidor. Liderar el recorrido puede ser peligroso. Puede que aproveches el viento a favor o que te beneficies de una idea — como Facebook o Google — que alguien intentó ya, pero es mejor reunir el coraje para hacer algo diferente, completamente .
* No intentes conseguirlo todo de golpe, sino poco a poco. Por supuesto, si marcas un gol con el primer disparo, ¡estupendo! Pero no confíes en que ganarás siempre el partido con un solo disparo. Intenta hacer buenos pases y jugadas y dales el mismo valor que un disparo a gol.
9. Resuelve problemas. Las personas exitosas incentivan el progreso solucionando problemas y haciéndose preguntas. No importa quién seas o lo que estés haciendo, mira a tu alrededor y piensa en cómo puedes contribuir a mejorar algo. ¿Con qué está luchando la gente o de qué se queja? ¿Cómo puedes facilitarles la vida de una forma efectiva? ¿Puedes reorganizar o rediseñar algún aspecto de la situación para que las cosas rueden con más suavidad? ¿Puedes crear un producto o proveer un servicio que rellene un vacío importante?
¿Qué problemas desearías resolver?
* Problemas sociales. Facebook reinventó la forma de interactuar entre las personas. ¿Puedes pensar en un problema social similar que necesita reinventarse?
* Problemas tecnológicos. Compañías como Dell diseñan procesadores para computadoras más pequeños y potentes que ayudan a los usuarios más allá de sus expectativas. ¿Puedes ayudar a la gente a hacer lo que realmente quiere hacer con la tecnología?
* Problemas estratégicos. Los consultores como IBM ayudan a otras compañías e individuos a llegar a ser más productivos, rentables y prudentes. ¿Podrías ayudar a alguien a resolver problemas estratégicos?
* Problemas interpersonales. Los psicólogos y consejeros matrimoniales ayudan a otras personas a viajar por el complejo mundo de las relaciones que embellecen nuestras vidas. ¿Podrías ayudar a otros a llevarse mejor con su semejante?
10. Usa la tecnología, no dejes que la tecnología te use a ti. La tecnología puede ser increíblemente poderosa; nos conecta con la gente alrededor del mundo en un abrir y cerrar de ojos; calcula algoritmos de forma precisa y rápida; realiza tareas rutinarias, como procesar datos, fácilmente y sin molestias. Pero también puede ser una carga si te descuidas. Puede absorber tu energía y productividad, haciéndote perder oportunidades. Internet puede ser muy útil o una pesadilla. Puedes estar en una videoconferencia muy rentable, y al minuto siguiente estar perdiendo el tiempo con algún vídeo tonto.
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